El azufre limpia el cuerpo absorbiendo la carga de electricidad estática que se libera en el ambiente en forma de radiaciones nocivas emitidas por los enseres que se utilizan cotidianamente, eliminando la influencia de los campos magnéticos originados por los teléfonos móviles e inalámbricos, ordenadores, televisores, microondas y toda clase de electrodomésticos. Incluso de la ropa compuesta en su mayoría por fibras sintéticas.
Las barritas de azufre aplicadas en forma de masaje al pasarlo por la piel en la zona afectada por el dolor absorbe esta energía, neutralizando y disipando así las cargas electrostáticas del cuerpo, actuando como una toma de tierra mineral, que las elimina.